Las combinaciones partidistas para configurar el poder convierten a Andalucía, Murcia y sobre todo a Madrid en bancos de prueba para ensayar modelos políticos alternativos a los clásicos de izquierda. El tema estrella son los impuestos y su distribución una vez recaudados.
Se prometen “rebajas históricas” sin que ello se traduzca en recortes sociales. Y ese es el gran reto. Habrá que si con menos ingresos se mantienen los derechos básicos del Estado de Bienestar: sanidad, educación, pensiones y dependencia.
Aunque eliminen subvenciones prescindibles porque sólo sirven para hacer clientelismo político y nombramientos de cargos de libre designación para contentar militantes.
Si resuelven ese sudoku samurai serán dignos de reconocimiento y habrán acallado el discurso manido de cierta izquierda.
Pero será muy difícil. Más bien se mantendrán en un precario equilibrio, se soportarán mutuamente.