Hay cosas que siendo sorprendentes ocurren con frecuencia. Por ejemplo, los ladrones multirreincidentes que pasan por los juzgados pero siguen en la calle, robando. También hay conductores repetidamente sancionados que siguen conduciendo. Acaba de ocurrir con un camionero que sextuplicaba la tasa de alcohol y es la tercera vez que lo “cazan”; un borracho habitual que bebe más dentro de la cabina que fuera y lleva un camión de cuarenta toneladas.
Habría que obligarlo a cambiar de profesión y retirarle el carné antes de que siga poniendo en peligro nuestras vidas.
La justicia puede ser ciega pero no irresponsable o dejar de proteger los derechos de los ciudadanos. Algo falla aquí y algunos son los culpables.