EN AGOSTO

 

Unos activistas catalanes, ociosos y oligofrénicos, acuden al aeropuerto para apoyar la indignante huelga que se celebra. Cuando han posado para las complacientes cámaras y han vomitado sus declaraciones comen tortilla hecha con huevos contaminados por un insecticida y salen de allí dispuestos a destrozar instalaciones turísticas para reivindicar la independencia. Ven en televisión a una madre llorona y mal aconsejada que pretende proteger a sus hijos tras una cascada de lágrimas; ellos comentan que eso no ocurriría en su modelo comunal y tribal de familia. Siguen envueltos en una estelada, compartiendo mensajes con sus colegas vascos, los etarras de Bildu. Durante la noche, debidamente “colocados”, diseñan un cartel en el que muestran todo lo que barrerían, ignorando que ellos serían barridos mucho antes.

 

 

ES EL CAMINO

 

En estos tiempos confusos resulta tranquilizadora la foto de Rajoy, Sánchez y Rivera. Son los líderes de los partidos más importantes que respetan incondicionalmente la Constitución y el principio de legalidad.

Lo criticable es que sólo aparezcan juntos para condenar el terrorismo o para defender la unidad territorial y la soberanía nacional.

PP, PSOE y C´S poseen votos y escaños suficientes para acometer los cambios necesarios- incluido el de la propia Constitución- que contribuirían a apaciguar ánimos y solucionar problemas pendientes.

Una vez realizados, se convocan elecciones, cada uno defiende su programa pero ya con la tranquilidad de que lo fundamental está resuelto; los ciudadanos votamos y “a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga”.

La mayoría de los españoles lo agradecería.

 

 

 

 

 

TURISMO

 

Este verano hemos oído insistentemente una palabra que era desconocida por estos lares: turismofobia.

A violentos grupos antisistema de Cataluña y el País Vasco- curiosa coincidencia- les ha parecido adecuado atacar instalaciones turísticas para mostrar su odio contra todo lo establecido. Naturalmente estos personajes y sus modos desacreditan cualquier causa que defiendan. Aunque el tema del turismo requiere una seria reflexión más allá de afirmar que es una fuente de riqueza.

Cada día son más las personas que viajan fuera de su país y buena parte de ellas viene a España. Habrá que arbitrar medidas para que no resulten degradados un ambiente o una ciudad (triste ejemplo el de Venecia).

Se podría empezar por erradicar ese turismo de borrachera vomitivo e insultante que vemos en muchas ciudades.

 

CADA VEZ PEOR

 

La matanza de Barcelona ha sido un episodio más de la locura yihadista surgida del islamismo. Culturas estancadas que ya tienen respuestas para todo y niegan el progreso o el avance del conocimiento; una religión que nació queriendo imponerse por la fuerza y eliminando a quienes no la profesan. Son, sin duda, el peor enemigo de Occidente.

No nos enfrentamos a otro Estado o a un ejército regular. Son desgraciados sin oficio ni beneficio, descerebrados y fanatizados fáciles de reclutar que ofrecen su propia vida.

De nada sirven velas y violoncelos; nada puede la cordura donde impera la locura. Serían necesarias medidas más duras e impopulares.

Nosotros discutimos, algunos justifican sus asesinatos; ellos nos matan cuando quieren, donde quieren, como quieren. Nuestra debilidad es su fortaleza.

 

 

LA PROVOCACIÓN

 

Tras el espectáculo del Parlament, que por muy esperado no ha dejado de resultar patético y grotesco, esperan la Diada para hacer otra exhibición de fuerza en la calle antes del 1-O.

Afirmar que ese referendum será ilegal no es un consuelo; con eso ya cuentan ellos pero están enajenados y actúan como los yihadistas: se autoinmolan sin importarles la inhabilitación( y para las multas, una colecta).

Encontrarán locales para las urnas y voluntarios. El gobierno deberá aplicar la ley de seguridad nacional para asumir el mando de la policía autonómica y ordenarles que las retiren.

El 2 de Octubre todo estará listo para convocar elecciones pero tampoco es un consuelo porque ya se encargarán la CUP, Podemos y Colau de hacer que la situación empeore.

 

 

 

KIM JONG PUIGDEMNOT

 

El mundo contemplaría un engendro portentoso si se produjera una fusión entre estos personajes. Ambos gobiernan convirtiendo sus territorios y a sus ciudadanos en víctimas de sus enloquecidas obsesiones, viven contracorriente y contra toda lógica, ignoran las advertencias o amenazas que reciben de su entorno. El uno persiste en su carrera armamentística, sueña con bombas atómicas y lanza misiles; el otro persiste en su viaje a ninguna parte, sueña con un Estado imposible y amenaza con las urnas.

Corea del Norte, sin el gordito risueño, será algún día un país libre y próspero que caminará hacia la reunificación.

Cataluña, sin el egoísmo clasista del separatismo, volverá a ser una Comunidad seria, solvente, perfectamente encajable en el Estado español.