En setenta años se podría haber logrado que las comunidades israelí y palestina convivieran en sana paz; cada una en su territorio, con sus creencias y su cultura.
Pero ha ocurrido exactamente lo contrario: siete décadas de conflicto y muerte. Y lo peor es que caben pocas esperanzas de mejoría. Nacionalismo y religión, siempre heraldos de la muerte.
Para colmo, el descerebrado presidente norteamericano atiza el fuego con su embajada en Jerusalén, rompiendo el acuerdo de neutralidad sobre esa ciudad, más maldita que santa.
En el brutal y sangriento episodio de la franja de Gaza (58 muertos y miles de heridos) dicen las autoridades israelíes que se limitaron a defenderse (¡qué será cuando ataquen!).
La ONU muestra su habitual inutilidad y espera el próximo juego de provocación-reacción.
La mejor prueba de que el electorado se encuentra en ebullición es que nunca se han hecho tantas encuestas. Los expertos en demoscopia quieren pulsar día a día el sentir ciudadano.
Ya sabemos el valor que hay que conceder a un sondeo (sobre todo si lo dicen los que salen desfavorecidos) pero lo cierto es que aparecen unas constantes: el PP baja mucho, CS sube mucho y en plan omnívoro, alimentándose de todos los demás; el bloque de centro derecha podría tener escaños suficientes para gobernar sin buscar apoyos nacionalistas; Podemos baja y el PSOE se estanca (recoge de Podemos pero cede a CS).
Por supuesto en dos años este panorama puede cambiar. También puede ocurrir que algunos ensayen otro modo de hacer oposición, abandonando infantilismos izquierdistas de salón.
Trump abandona el pacto nuclear con Irán contra la opinión de la Agencia Atómica y el Consejo de Seguridad. Además amenaza con sanciones económicas a cualquiera que tenga relaciones comerciales con ese país.
Lo hace por el complejo de inferioridad e inutilidad que siente frente a Obama y confirma su tendencia a la unilateralidad, el autoritarismo y la irresponsabilidad.
En Europa pagaremos un alto precio por esa medida. Surge una tímida crítica cuando lo cierto es que habría que empezar a tejer fuertes alianzas con China, Rusia y el resto de Asia, crear un espacio que respete el libre comercio y las reglas de la globalización.
EEUU perdería influencia, quedaría con Israel e Inglaterra como únicos aliados. Así hasta que en la Casa Blanca viva alguien normal, racional.
Desgraciadamente en las elecciones catalanas se tiende a repetir un resultado muy ajustado entre independentistas y unionistas, de tal modo que deja como árbitros a los escasos diputados de la CUP. Entonces se ponen solemnes, dicen que debatirán intensamente, convocan asambleas, nos lanzan sus diatribas y amenazas…para acabar claudicando.
Ya son actores recurrentes de este siniestro proceso y no engañan a nadie; cada día está más claro que son vividores de la política perfectamente instalados en el Sistema que dicen rechazar.
Se han abstenido para hacer posible el nombramiento de un nuevo fantasma fanatizado y si hubieran tenido que votarlo lo habrían hecho.
Cuando el funcionamiento de una Comunidad depende este tipo de comunas, la situación es grave y su solución se aleja de parámetros racionales.
Tras marear la perdiz y tomarnos el pelo los catalanistas han decidido nombrar presidente, no se arriesgan a nuevas elecciones.
Artur Mas y la CUP eligieron a Puigdemont por obtuso y radical. Ha dado mucho juego internacionalizando el proceso pero acabará en la cárcel.
Antes elige al más sumiso, dispuesto a humillarse y ser muñeco de su ventrílocuo, un fanático que presidió OMNIUM, esa infame asamblea de acertado nombre donde todo se cuece.
¿Cómo puede un pelele de semejante catadura permitirse el lujo de insultarnos a todos los españoles?
Ni una pizca de dignidad o interés por el bien común, siguen viviendo su particular delirio.
Ahora toca soportar y “conllevar” (Ortega dixit) las ocurrencias de Quim Torra. Que nos sea leve y qué mala suerte tienen los catalanes normales.
A esta altura poco puede añadirse al perfil del presidente de EEUU. Un rasgo singular y definitorio viene dado por su actitud ante las mujeres, la alta consideración en la que tiene al género femenino.
Ya en campaña nos mostró sus respetuosas inclinaciones diciendo lo que puedes hacer con ellas cuando eres poderoso. Ahora anda pleiteando con una actriz porno con la que tuvo relaciones estando ya casado con su actual mujer; viendo la pinta que tiene se entiende todo. Ya sólo falta que Putin filtre algún día los vídeos que le grabó en un hotel ruso.
Desde su zafiedad y primariedad conecta bien con los electores de la América profunda. Lo increíble es que también cuente con el apoyo de muchas mujeres, sabiendo lo que piensa de ellas.
Se constituye una plataforma cuyo objetivo es pedir el soterramiento del AVE a su paso por la ciudad, desconfían de las promesas (y hacen bien), se movilizan de un modo activo llegando incluso a crear problemas de orden público. Por fin se aprueba un proyecto, se presupuesta, empiezan las obras a buen ritmo…pero las movilizaciones continúan.
Los pensionistas se rebelan contra la ridícula subida del 0,25 (antes estuvieron congeladas). Bien organizados salen a la calle por toda España para exigir un aumento equivalente al IPC anual. Por una desgraciada coyuntura, el gobierno se ve obligado a hacer esa concesión y aumenta un 1,6 (600%)…pero las manifestaciones continúan.
Perdiendo la ingenuidad, habrá que pensar que existe interés en mantener la calle caliente hasta Mayo de 2019.
Así actuarán a partir de ahora los nacionalismos-moderado o radical- vasco y catalán. Veremos cómo crean sinergias, funcionan sincronizados, sienten sintonía y se profesan simpatía. O, dicho de otro modo, sin vergüenza, sin responsabilidad, sin complejo de culpa o mala conciencia.
Podemos observará complaciente dada su afinidad. Todos intentarán deslegitimar al Estado provocando sin límite.
En el frente vasco ETA designará a un nuevo líder que se sume al espectáculo; aunque no es necesario porque ya tienen al ínclito Otegi, copia violenta del botarate Puigdemont, nuevo mesías de la patria euskaldún, aspirante a pastorear las huestes abertzales.
Ambos nos darán la matraca con sus respectivos “conflictos”, que son precisamente los que crean ellos. Y nosotros aguantando mientras ellos se divierten y viven de esto.
Es la palabra clave y ciertamente no resulta fácil precisar, delimitar el concepto que expresa. Algunos jueces tienen pesadillas nocturnas con ella.
Ahora tenemos unos ejemplos en los que resulta determinante decidir si se ha empleado o no y, en función de ello, las penas correspondientes.
Si Puigdemont y Cía emplearon violencia cometieron el delito de sedición; si los cerdos de la manada fueron violentos cometieron una agresión sexual, no abuso. Y el debate llega hasta la UE y la ONU.
No podemos circunscribirla al uso de la fuerza física. Esa es una forma de ejercerla pero no la única.
Los legisladores tendrán que hilar fino en su definición y los jueces interpretar con más flexibilidad los textos.
Los ciudadanos no nos merecemos ni manadas ni provocadores secesionistas.
La penúltima crueldad que cometen contra nosotros los asesinos etarras es esta pantomima de anunciar su disolución. En vez de hablar de fracaso y derrota proclaman solemnemente que ponen fin a un ciclo histórico; convencidos de que estarán en la historia del País Vasco y de España como protagonistas de una etapa en igualdad de condiciones con otros colectivos. Motivos no les faltan: 60 años sembrando el terror, secuestrando, asesinando a 853 personas, con la dictadura y en democracia, cobardes siempre con el tiro en la nuca o la bomba a distancia, víctimas militares y civiles, hombres y mujeres, niños y adultos.
¿De verdad creen que su maldad se extinguirá mientras sigan vivos?
Lo grave será que algún partido político secunde esta farsa y tenga gestos comprensivos con estos desalmados.
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.