HAY QUE FRENARLO

 

Ahí andan, en paralelo, el Covid-19 y el rojo de Galapagar, virus nocivos que invaden un organismo para ejercer sobre él su perniciosa función, ya sea una persona o un país.

Ahora se permite el lujo de atacar al jefe del Estado siendo vicepresidente del Gobierno, plantea una extemporánea reivindicación de la Republicano que degrada la imagen de lo que sería un republicano cabal y digno, siembra la discordia entre los ministros con sus propuestas demagógicas, es un oportunista y un vago redomado que no prepara sus temas, sólo descalifica y destruye. Ya sueña con el buen “humus” que le va a proporcionar la crisis económica, podrá aglutinar descontentos, así nació y para eso le pagaban.

Ya está bien de aguantarle a este joven rebelde malcriado sus impertinencias y provocaciones. Hay que hablar con él en serio y reprogramarlo. Por el bien de todos.

 

 

LA KIOSQUERA

 

Los Kioscos de prensa han sido siempre para mí un espacio singular y apreciado desde que en la infancia, ya demasiado alejada, era el “encargado” de comprar el periódico para mis padres.

Siempre ha habido uno cerca de donde vivía y he tenido buena relación con sus dueños. Ahora, confinado afortunadamente en el campo, tengo que recorrer 13 km. para llegar al más cercano y allí me atienden tras una improvisada mampara, con mascarilla y guantes. Aprovecho para rendir mi particular homenaje a la kiosquera, una mujer inteligente, resuelta y amable; una trabajadora esencial porque esencial es el servicio que nos presta, el bien que nos proporciona.

Contra lo que yo pensaba, me dice que vende más periódicos estos días y ensalza la fiabilidad de la prensa escrita frente a otros medios más manipulados según ella.

(No sé por qué la palabra kiosco me gusta con “k”)

 

 

NUEVOS PACTOS

 

El presidente se sabe huérfano, mal acompañado y muy criticado por su torpe gestión de la crisis sanitaria. Pretende una reedición de los pactos de la Moncloa que tan fructíferos resultaron en la Transición. Pide lo que nunca ha dado: unidad y lealtad.

Parece más fruto del oportunismo que de la convicción y además el panorama y, sobre todo, los actores son diferentes.

Sánchez no es Suárez y, mucho menos, Felipe González; Calviño ni se acerca a Fuentes Quintana; Iglesias es un trasnochado comunista de miserable conducta al lado de Carrillo; Miquel Roca es un dechado de lucidez frente al perturbado Torra; el PP es golpeado a conciencia por su emancipado VOX.

Sería un fracaso imperdonable que no sean capaces de unirse en aras del bien común ante la tragedia que vivimos. De todas formas, aquel espíritu de los pactos del 77 y de la Constitución del 78 no volverá.

 

 

TORPE EUROPA

 

Es increíble la miopía de nuestros gobernantes cuando más falta hace una visión nítida de la realidad. El Eurogrupo no logra el acuerdo sobre la mutualización de la deuda, una emisión conjunta de bonos para sortear la pandemia con el mismo coste para todos.

En plena tormenta no somos capaces de protegernos bajo el mismo paraguas. Si la crisis fuera por motivos estrictamente económicos, de productividad o competitividad se podría entender cierto recelo desde los países del norte hacia los del sur con menor renta per cápita. Pero cuando la debacle está provocada por un maldito virus sólo cabe la solidaridad, dictada por la razón.

La fuerza de la Unión Europea y la del Nacionalismo son magnitudes inversamente proporcionales: cuanto más se debilita la primera más aumentarán los segundos. Y eso ya sabemos lo que ha dado de sí en la Historia.

 

 

ESTADOS DE ALARMA

 

Cada día parece más claro que viviremos otro estado de alarma, esta vez socioeconómica, que suceda al proclamado por la crisis sanitaria.

Entraremos en un nuevo campo semántico de palabras como “recesión, erte, paro, pobreza, destrucción de empresas, etc. que sustituya al actual de “virus, pandemia, mascarilla, respirador, intensivista, cuarentena”, etc.

Desde la ONU se prevé un impacto negativo de 2 billones de dólares, USA crea un fondo de rescate de 2,2 billones para pagar sueldos y subvenciones, la UE se muestra cicatera y descoordinada pero también hace sus provisiones, el BCE inyecta liquidez, BM y FMI en alerta.

Todos presagian malos momentos y preparan acciones contundentes para paliar los indeseables efectos. Lo que fue el plan Marshall para Europa se quedará corto.

No será fácil afrontar una situación de esta naturaleza. Esperemos que no derive todo hacia un estado de alarma psíquica y moral.

 

 

FORTALEZA APARENTE

 

Teóricamente en un país desarrollado existe una estructuración a través de las instituciones que lo convierten en una comunidad robusta, con músculo suficiente como para afrontar diferentes crisis.

Pero hoy, además de la globalización, vivimos en sociedades cuyos sectores de producción y consumo están muy interconectados, son interdependientes creando un efecto dominó.

Pronto lo vamos a notar con la crisis económica que seguirá a la sanitaria. Empresas que quiebran o se debilitan, autónomos que desaparecen, aumento del paro, retracción de la demanda y por tanto de la oferta, recesión económica, etc.

Será necesario proporcionar buenos paquetes de ayudas para evitar una situación social catastrófica con tensiones difíciles de soportar.

No deja de ser curioso pensar que, en una sociedad menos sofisticada, más autárquica, con el trueque como práctica comercial, las crisis económicas serían más llevaderas.

 

 

EL VIRUS EN EL AULA

 

No son población de riesgo ni trabajadores esenciales y por eso se habla poco de ellos. Son nuestros queridos estudiantes, desde los tres a los veintitrés años, desde la infantil a la universitaria. Llevan el confinamiento como pueden, aplacando sus hormonas, conteniendo sus ganas de vivir.

El virus ha lanzado su ataque en el segundo trimestre y se avecina un fin de curso confuso. La gran duda es si se reanudarán las clases presenciales y parece muy probable que no se haga, que todo acabe en plan virtual con clases y exámenes telemáticos. Las Universidades ya lo anuncian y la EBAU se aplaza a principios de Julio.

Las pruebas tendrán que ser más flexibles y versar sobre materia impartida en los primeros meses. No se puede castigar a una generación entera, hay que dejar que pasen al curso siguiente, aunque a algunos les habría resultado difícil.

 

 

DE ESTE A OESTE

 

A esta altura el Covid-19 se debe estar frotando las manos, celebrando el salto de una especie animal a la humana.

Decidió empezar por el país más poblado del mundo para que no le faltase trabajo, posibilidades de expansión. Pero pronto vio que por allí lo combatían con rigor y disciplina y decidió saltar a la vieja Europa, a unos países que no se lo tomaban en serio, lo veían demasiado lejos; ahí sí triunfó propagándose entre la imprevisión y las contradicciones de su enemigo, que reaccionaba tarde y flojo.

Sus servicios de inteligencia lo informaron de que más al oeste existía un país rico y desarrollado gobernado por un cretino irresponsable y negacionista. Allá se dirigió el grueso del ejército confiando en cerrar con éxito su maravilloso periplo, su aventura por el espacio del homo sapiens.

Continuará.

 

 

LA JOYA DE LA CORONA

 

Estamos acostumbrados a ensalzar nuestro Sistema sanitario diciendo que es de los mejores del mundo. Ahora, por desgracia, tenemos ocasión de comprobar lo cierto que resulta. No es fácil mantener su carácter universal y gratuito.

Vamos a poder contrastarlo con el modelo norteamericano, el de la primera potencia económica, donde los hospitales privados son excluyentes y los públicos tercermundistas; además, decenas de millones de ciudadanos carecen de cobertura sanitaria. Caerán como chinches.

Por si fuera poco, tenemos el complemento del Ejército aportando personas y recursos.

Ha resultado frustrante que nuestros hospitales no hayan contado con los medios adecuados o les hayan llegado tarde.

Aun así, hay que tener conciencia fiscal, estar convencidos de que es necesario pagar impuestos y mantener un Estado de Bienestar que es la más hermosa expresión de igualdad entre los hombres.

 

 

EL NACIONALISMO MATA

 

Asía ha ocurrido a lo largo de la Historia y está ocurriendo casi literalmente en Cataluña a causa del Covid-19. Sus anhelos autárquicos y su odio a lo español llevan a las autoridades catalanas a poner pegas al Ejército para montar hospitales de campaña con los que paliar las carencias y sugieren que los enfermos mayores de 80 años mueran en sus casas para no ocupar camas UCI antes que pedir ayuda a otras CCAA. Oír las declaraciones de Alex Ramos, secretario general del sindicato médico, es estremecedor.

¿Debe una sociedad asistir impávida a estos espectáculos?

Los jueces podrían actuar de oficio y de inmediato, frenar en seco a estos crueles descerebrados que anteponen su obsesión independentista a cualquier otra cosa.

Y algunos, ciegos, siguen dándoles alas; como si ignorasen que en su vuelo los arrastrarán.