TORPE EUROPA

 

Es increíble la miopía de nuestros gobernantes cuando más falta hace una visión nítida de la realidad. El Eurogrupo no logra el acuerdo sobre la mutualización de la deuda, una emisión conjunta de bonos para sortear la pandemia con el mismo coste para todos.

En plena tormenta no somos capaces de protegernos bajo el mismo paraguas. Si la crisis fuera por motivos estrictamente económicos, de productividad o competitividad se podría entender cierto recelo desde los países del norte hacia los del sur con menor renta per cápita. Pero cuando la debacle está provocada por un maldito virus sólo cabe la solidaridad, dictada por la razón.

La fuerza de la Unión Europea y la del Nacionalismo son magnitudes inversamente proporcionales: cuanto más se debilita la primera más aumentarán los segundos. Y eso ya sabemos lo que ha dado de sí en la Historia.

 

 

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