Hasta ahora sabíamos lo mucho que preocupa a la reina Letizia el aspecto exterior de su cabeza. No hay día que repita peinado, ninguna mujer ha ensayado tal variedad y su peluquera debe ser una mujer atareada.
Recientemente nos ha permitido saber también qué pasa por dentro de su cabeza. Ha sido a raíz de un mensaje que enviaba a alguien investigado por corrupción mandando a la mierda- eso sí, en francés- al periódico que lo publicó y a todos los que critican a su amigo Javier, su “compiyogui”.
Cada vez se nota más que a esta mujer le resulta difícil adaptarse al papel que le ha tocado desempeñar. Dicen que el rey empieza a arrepentirse de ver aquellos telediarios.