Es difícil renunciar a comentar la situación política por lo que tiene de inédita. Todo apunta a nuevas elecciones el 26-J. Los resultados de las últimas- con dos nuevos partidos de ámbito nacional en liza- dibujaron un extraño paisaje, parecían diseñados por nuestro peor enemigo. Luego, los actores principales lo han complicado aún más obedeciendo a intereses exclusivamente partidistas e incluso personales.
Lo más racional sería un gobierno de gran coalición porque la combinación PSOE-Podemos (con sus adláteres) no es sostenible, no sirve para afrontar lo que nos espera.
Si volvemos a votar, parece que C´S emergerá como árbitro, podrá mirar a derecha o izquierda para elegir pareja.
El 25 de Junio será, más que nunca, una jornada de reflexión.