“El primer día que la vi, con aquellas tetas impresionantes, pensé que tenía que ser mía”. “Cuando posé desnuda para ser portada de revista me preocupaba qué tacones y diamantes debía elegir”. “Lo que me gusta de él es que tenemos un sexo increíble, al menos una vez al día”. “Nuestro hijo de diez años ocupa una planta de nuestro edificio; allí tiene sus juguetes y se divierte con los amigos que lo visitan”. “Cuanto más nos conocemos más cuenta nos damos de lo compatibles que somos”.
Si los votantes sensatos norteamericanos no lo impiden esta singular pareja-Donald y Melania- podría vivir donde vivieron los Obama, los Clinton, los Kennedy o los Roosevelt. Un serio fiasco político e histórico que nos acabaría afectando a todos.
Ay, si Platón levantara la cabeza…
Si al gobierno de los mejores los clásicos lo llamaban «aristocracia «, ¿cómo habrían llamado al gobierno de tipos como Trump?
Confiemos en la sensatez de la primera democracia del mundo y en que Trump siga siendo noticia solo por sus acertadas, sesudas y elegantes frases.
Lo malo es que la sensatez no es un bien abundante en estos tiempos.Además el terrorismo yihadista les pone las cosas fáciles a individuos como Trump o Le Pen en USA y Francia; no necesitan programas complejos ni grandes discursos,basta con estimular el miedo y el rechazo a quienes previamente defines como culpables de todos tus males .