Dos personajes ilustres comparten ese apellido. El primero muestra un afán de protagonismo y una necesidad de reconocimiento notables. Siempre buscando casos con repercusión mediática inauguró la expresión “juez estrella”. Su trayectoria ha sido bastante errática con entradas y salidas en política, aperturas o cierres de sumarios según le interesaba, muy izquierdista pero siempre en buena relación con el mundo del dinero.

Acabó inhabilitado.

El segundo es el joven diputado que fue minando IU hasta hacerla desaparecer y entregarla a Podemos desde donde actúa con la dureza y el odio característicos  del grupo, defendiendo lo indefendible. Ahora está ofendido porque su nuevo jefe ha insultado al antiguo; como si creyera que a él lo aprecian más en su nueva formación.