No es fácil el papel que le ha tocado desempeñar. Es uno de los tres candidatos que se disputan la secretaría general del PSOE y sabe que no tiene ninguna posibilidad de ganar; ha quedado atrapado entre dos fuegos, lo que acentúa su carácter integrador, moderado, como ha demostrado en el debate. Incluso le han pedido que abandone y sería curioso saber a quién beneficiaría la hipotética retirada de alguien que estuvo con Sánchez pero, en la línea de Susana Díaz, es más leal a un partido que conoce muy bien y personaliza menos sus éxitos o fracasos.
En cualquier caso, imagino que esperará que el ganador de estas absurdas y enloquecidas primarias le ofrezca la presidencia del partido con ánimo de recomponer lo que está roto.
Por una parte bien por Patxi, porque se supone que encabeza una candidatura conciliadora, que evite mayores males al PSOE; pero por otra parte, no puedo evitar pensar que ante dos opciones: una buena y otra mala, más que tratar de conciliar ambas, uno debe elegir, tomar partido por la buena. Y es que no son dos contendientes en plano de igualdad, parece ya bastante obvio que uno de ellos es pernicioso no solo ya para el PSOE, sino también para España.
Patxi López vive lo que en Psiucología se llama «Conflicto por ambivalencia».Te sitúas ante dos opciones y en cada una de ellos ves aspectos positivos y negativos pero has de quedarte con alguna.Es el conflicto que crea mayores dosis de ansiedad y frustraciòn.
Ojalá se impopnga la sensatez mañana entre los militantes,gane quien mejor garantiza la estabilidad del partido y el que debe ser perdedor acepte la derrota y se retire definitivamente(aunque,vista su trayectoria y su talante,es difíciol de creer).