NO DA MÁS DE SÍ

 

La trayectoria del presidente de EEUU es esperpéntica y lo peor es que aún no ha alcanzado su máximo nivel de incompetencia.

Pasa a Rusia información clasificada sobre seguridad que procede de Israel y no piensa que puede llegar a Irán, principal enemigo de los israelíes. Él no alcanza a entender la sutileza de las relaciones internacionales, cree que puede gobernar el país más poderoso del mundo del mismo modo que sus negocios o su entorno familiar.

Cuando llevaba un mes en la casa Blanca ya se había enfrentado con la CIA, el FBI, el Pentágono y los principales periódicos.

Empiezan a cuestionarlo congresistas y senadores de su propio partido. A ver si se animan y libran al mundo de un peligro cierto.

 

 

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