En plena fiebre de pactos partidistas asistimos a un espectáculo impagable en el que destaca la actitud de los demás hacia VOX.
Este partido emergente resulta decisivo junto con PP y Cs en CCAA y Ayuntamientos. Pero…todos lo rehúyen, lo evitan en la foto o lo descalifican negándole el pan y la sal.
La tolerancia tiene un límite, en VOX no son masoquistas y se han plantado diciendo que o se negocia o no habrá tripartito de centro derecha; sus votantes no los perdonarían si ceden.
Cs tiene una estrategia de pactos tan confusa que incurren en declaraciones y comportamientos estrambóticos.
Habrá que admitir que en VOX se cumple la ley y está dentro de la Constitución. A partir de ahí: o los ignoras (con todas sus consecuencias) o cuentas con ellos porque no sabes renunciar al poder que te facilitan.
La verdad es que se empieza a echar de menos el bipartidismo.Esta fragmentación no aumenta las posibilidades de sentirse representado en el Congreso y a cambio crea muchos problemas.
Esto es un desmadre, ¡que vuelvan Cánovas y Sagasta!