PESIMISMO

 

Lo de ser “optimista antropológico” suena bonito aunque sólo sea una cursilada. Es más efectivo analizar si hay motivos para sentirse así. Un análisis rápido de lo que podemos llamar “macropolítica” parece que conduciría al pesimismo.

El Gobierno es rehén de los peores enemigos de un Sistema democrático: un populismo impregnado de izquierdismo trasnochado y unos partidos separatistas cada vez más fuertes y agresivos que tensan al Estado.

Los otros partidos viven enzarzados en disputas interesadas y endogámicas que van más allá de la discrepancia y el debate propios de una democracia.

Cada día estoy más convencido de que en España resulta imposible una gran coalición de los tres partidos netamente constitucionalistas (el porqué es un enigma). Pero no renuncio a decirlo porque también estoy convencido de que sería una buena solución si se gestionara con racionalidad y nobleza.

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *