NAVARRA

 

 

Las elecciones y los subsiguientes pactos han creado un escenario complejo y poco grato.

Allí ha ganado Suma Navarra con 20 diputados (sobre 50), mostrando la eficacia de la unión del centro derecha. El PSOE es segunda fuerza con 11 escaños, pero su secretaria quiere ser presidenta para coronar su currículum lleno de cargos públicos desde que se afilió a las Juventudes.

Para ello necesita el apoyo de Podemos, Ezkerra y Eta-Bildu y a ese engendro lo llama gobierno de progreso (el papel lo aguanta todo).

Sólo se puede impedir desde Madrid. El dilema para Pedro Sánchez es crucial: o frena en seco el irresponsable deseo de gobernar de Chivite o entrega esa Comunidad para que el independentismo vaya ampliando su mapa en España.

No es ningún desatino dejar que gobierne la lista más votada y no se puede gobernar a cualquier precio.

 

 

 

 

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