Afortunadamente ya está corregida la injusta situación en la que se encontraba la homosexualidad durante la dictadura; ya está legislado todo lo que devuelve la homosexualidad a su condición natural de ser una orientación tan respetable como cualquier otra.
Ahora cabe preguntarse por qué se le ha conferido esa categoría cuasi sagrada para todos y que lleva a excesos y estupideces que hacen un flaco favor a la causa.
Sirva como anécdota el perfil de twitter de la Guardia Civil exhibiendo la bandera arco iris, una señal más del mal trato que el ministro Marlaska viene dispensando a la Benemérita.
El colectivo LGTBI debería asumir que la sexualidad es sólo un componente del ser humano, ni siquiera el más importante. Que cada cual viva en paz con su sexo y respete a los demás, incluidos los escolares recibiendo educación sexual, no homosexual.