En España siempre ha habido una alta densidad de puteros por Km cuadrado. Los que tenían buen poder adquisitivo, los que pertenecían a la casta exhibían amante fija intermitente y la trataban con mucha consideración. Al principio se les “ponía” un piso que con el tiempo se convirtió en una boutique.
En el amo de Podemos hay un buen ejemplo de depredador, de macho alfa dado a la poliginia. Pero él es revolucionario y ha cambiado la pauta. A la primera que le conocimos le puso escaño a su lado, pero le salió díscola; a la de la extraña aventura del teléfono móvil le ha puesto un periódico y a la más estable, madre de sus hijos, le ha puesto un chaletazo en la sierra y un ministerio con amplia agenda de colocaciones.
No podrán decir los primatólogos que el espalda curvada trata mal a sus hembras.