No se puede decir que estemos ante un ejemplo de generalización inadecuada y muchas golondrinas sí hacen verano.
El último caso ha sido el de Boris Nemtsov, tiroteado en el Kremlin, pero antes cayeron otros muchos. De 2000 a 2007 fueron asesinados 21 periodistas, después han muerto exmilitares envenenados, periodistas a los que se dispara en el ascensor, etc.
Es demasiado ingenuo pensar que un autócrata como Putin pueda ser ajeno a todo esto.
En Rusia hay que tener valor para estar en la oposición o, simplemente, contrariar la voluntad del zar Vladimir I. Iván el Terrible(sigloXVI) se remueve, celoso, en su tumba.