Hay que reconocer que osadía y atrevimiento les sobran a muchos líderes de Podemos. En Sevilla la secretaria general planteó la posibilidad de prohibir la Semana Santa; precisamente allí donde todos vemos como sufren los sevillanos cuando la lluvia les impide sacar los tronos a la calle. Naturalmente tardó horas en rectificar.
Ahora en Murcia un portavoz del partido se manifiesta contra los trasvases y las desaladoras (querrán una naturaleza inalterable) y se enfada cuando los regantes afirman que nunca les darán su voto.
También parece criticable la vergonzante concesión de Zapatero a los catalanes y el descomunal cinismo del PP con su “agua para todos”…hasta que les tocó gobernar. ¡Pobre campo murciano!