Llevo 43 años dando clase en un Instituto y me gustaría seguir haciéndolo, voluntariamente y durante algunos años, como ocurría hasta hace poco tiempo. La edad de jubilación se retrasa hasta los 67. Pero en la Comunidad de Murcia se nos impone a profesores y médicos por real decreto (nunca mejor dicho, el 5/ 2012 de 29 de Junio) y lo justifican como modo de controlar el déficit en la Región más deficitaria, en la del aeropuerto de Corvera, la desaladora de Escombreras, los centenares de cargos de libre designación y tantos otros gastos improductivos. Sacrifican lo cualitativo ante lo cuantitativo y lo hacen de un modo cicatero porque el ahorro es insignificante. Hablar de calidad educativa o de interés general carece de sentido para ellos que no ven más allá de sus despachos.
Creo estar en un momento óptimo profesionalmente, aún me quedan muchas cosas que explicar a mis alumnos, a mis queridos adolescentes con los que tengo una relación muy satisfactoria y experiencias que compartir con mis compañeros/as pero no podré hacerlo. Me separan de algo a lo que he estado vinculado durante 43 años, todo un mundo de referencias con lo que ello implica.
He vivido en otros mundos, ocupado otros espacios y tiempos pero siempre he preferido éste, en él me siento cómodo y feliz ( autorrealizado diría Maslow).
Así que el próximo 18 de Octubre estaré muy lejos de sentir júbilo, más bien será rabia e impotencia.
Ya sólo aspiro a que quienes fueron alumnos míos guarden un recuerdo positivo de su profesor de filosofía y el colmo sería que algunos piensen que les ayudé a ir por la vida con más capacidad crítica y autonomía ética y psíquica.
Os agradezco muchísimo el comentario.Aunque venga de personas vinculadas a mí afectivamente no deja de emocionarme.Ramón,la cita inca rezuma la sabiduría propia de una gran cultura.No me iré con mal sabor de boca y creo sinceramente que dejo el vaso bastante lleno.Ayer al leer el artículo mis compañeros/as y mis alumnos me ofrecieron un testimonio de esos que «calan» y hacen que me sienta tan bien en este ámbito.
Lo que siento es frustración y rabia por una medida que era perfectamente evitable.
El tiempo se irá encargando de serenar el ánimo,como ocurre casi con todo.
Besos
Efectivamente se equivocan. Desplazan el mejor capital para arañar unos euros a la dichosa estadística. Se equivocan como siempre y creen así cumplir con su trabajo. Se equivocan sin ninguna visión de Estado. Están hechos de indiferencia y mediocridad.
Los Incas creyeron que los mejores tenían que educarse y para ello aprender primero a adorar, luego a hablar, luego a defenderse y finalmente a no olvidar. Nadie olvidará nunca al Profesor Fernando Martínez Serrano, nunca! Tu eres más que todos ellos y a partir del 18 de octubre: ni rabia ni impotencia, ni pena ni miedo, que no solo te llevas los 43 años de magia diaria contigo, sino que te quedas con los que como yo, tenemos el honor y el feliz privilegio de conocerte.
Es una más de las medidas injustas ( en este caso el chocolate del loro) adoptadas por la actual clase dirigente. Se trata de una «casta» de mediocres e insensibles triunfadores (en todos los ámbitos: político, empresarial…) deshonestos, inmorales y cuyas decisiones suelen perseguir objetivos cortoplacistas, a veces ineficaces para el fin que se persigue, con lo cual exigen ser revisadas (pero en el camino han fastidiado a más de uno). Falta altura de miras y una sociedad que haga prevalecer los valores y la cultura por encima del dinero, la moral por encima de la desvergüenza y la indiferencia. Y eso se consigue con la Educación, una educación de calidad para revertir este absurdo orden imperante. No te despidas de tu profesión con mal sabor de boca, no veas el vaso medio vacio, velo medio lleno, o mejor lleno del todo. 43 años enseñando, dedicados a una vocación es un gran logro, es como para ver el vaso rebosante.