ARABIA SAUDÍ

 

El príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, llega pisando fuerte, quiere dejar grabado su nombre en la historia de ese complicado país que vive un larvado enfrentamiento con Irán; de ellos depende el equilibrio en una zona tan conflictiva.

Está impulsando cambios radicales que van  desde mejorar la situación de la mujer hasta las depuraciones de militares, altos cargos e incluso príncipes saudíes, acusados de corrupción.

Promete <una Arabia moderada y tolerante>. Si no abandona ese camino podríamos estar ante una auténtica “primavera árabe”, nunca mejor dicho. Si logra su propósito habrá puesto muchos granos de arena para que vivamos en un mundo más tranquilo, con un planteamiento religioso menos fundamentalista y más comprensivo con otras culturas, algo que inevitablemente tendrá que suceder en el mundo islámico.

 

 

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