Se oyen mucho frases del tipo: “En mi vida había visto una cosa igual”. Y valen para referirse a ámbitos diferentes: el cambio climático intensifica tormentas y huracanes que golpean con rabia llevándose vidas y haciendas; vemos un grado inusitado de violencia en las calles y en los hogares, entre adultos y entre jóvenes; abundan las redes de pederastia que de vez en cuando se desmantelan; el panorama político es más confuso que otras veces y proliferan los líderes irresponsables dentro y fuera; la sociedad carece de referencias y valores a los que aferrarse.
Hemos cambiado el modelo clásico de “todo con mesura” por el de “todo con exceso”.
Parece ser el signo de unos tiempos en los que se alteran los ritmos de la naturaleza y de los humanos.