Sigan siéndolo. Dos niños de 7 años. Uno, Zac, con leucemia linfoide y ya sin pelo debido a la quimioterapia, sigue yendo al colegio por estar con su amigo Vincent, quien aparece un día con la cabeza rapada para que Zac no se sienta diferente, no sea el único calvo de la clase.
Es difícil encontrar algo tan entrañable, tan elocuente, tan generoso y no abundan gestos así en el mundo adulto.
Ya decía Miguel Hernández en esa maravilla que son sus “Nanas de la cebolla”: “Desperté de ser niño, nunca despiertes”.
Cuidando el proceso de socialización de nuestros niños todo será mejor.
Como bien ha dicho usted hoy en clase, nadie sabe porque cambiamos tanto de los 7 a los 17años.. Ojalá y esto no fuera asi pero desgraciadamente lo es, llevo todo el día pensándolo y es la realidad, con el paso del tiempo vamos a peor y no a mejor, en vez de mejorar nuestros valores los empeoramos…
PD: Muy buen blog Don Fernando y gracias por sus enseñanzas diarias!!
Siempre será un placer pensar que se deja huella en alumnos como tú.En cuanto a esa pérdida de ingenuidad y bondad que se produce con el paso del tiempo,tal vez la reflexión debamos hacerla los adultos y esforzarnos por mostraros un mundo mejor,unos valores más sólidos.
Gracias,Sr,Delegado