EL GRAN FORGES

 

Tanto tiempo disfrutando con él que ya formaba parte del paisaje y parecía imposible que nos dejara. Decir que era un humorista son ganas de simplificar porque era mucho más que eso. Lo que ocurre es que se nos presentaba del modo más amable, a través del humor en sus viñetas. Nos hizo sonreír pero también pensar y acercarnos una visión bondadosa e inteligente de la realidad.

Lo mejor es que encarnaba una España magnífica, racional, flexible, con deseos de mayor igualdad para lograr una sociedad feliz; esa España que tantos insensatos- de un signo u otro- se empeñan en hacer imposible.

Gensantissima… ¿Quién será el responsable de este diseño que permite que se vayan los mejores y nos deja en compañía de tanto bellaco?

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *