FEDERICO TRILLO

 

Siniestro y persistente personaje, siempre con ribetes oscuros en su trayectoria pública. Arrogante y cínico hasta el insulto, ahora su afán se centra en dejar claro que no lo cesan como embajador sino que él ya había pedido el relevo.

En todos los partidos hay militantes que nunca serán expulsados contra su voluntad, saben demasiado y no se asume el riesgo de que puedan hablar.

Dada su pregonada religiosidad y su pertenencia al Opus Dei cabría pensar que adoptaría una actitud más humilde, de reconocimiento de culpa en el tema del Yak-42 y petición de perdón; pero tal cosa no figura en su código.

¿Lo expulsarán del Opus o también de eso sabe mucho y le temen?

Esta descalificado, viciado de origen para volver al Consejo de Estado.

 

 

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