FILLON INMUTABLE

 

 

 

 

El candidato conservador francés pagaba con dinero público a su mujer y a sus hijos por trabajos más que dudosos y ha recibido como regalo muchos trajes. Su prestigio ha caído estrepitosamente, no tiene nada que hacer pero resiste, tal vez porque a nadie le gusta reconocer sus culpas.

Es un enorme irresponsable que no valora el momento y la situación a los que se enfrenta, cruciales para Francia y el resto de Europa.

Su retirada podría concitar una oleada de voto útil, de la derecha, el centro y parte de un socialismo en horas muy bajas; podría conducir al centrista Macron hasta el Elíseo sin necesidad de segunda vuelta. Frenaría en seco a esa engreída ultra que supone un peligro para el difícil equilibrio europeo.

 

 

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