El Papa dirigiéndose a unos futuros sacerdotes: “El Seminario no es un refugio para las carencias psicológicas. Mejor perder una ocasión que arriesgarse con un candidato inadecuado. No hay lugar para la mediocridad que conduce a usar al pueblo de Dios en beneficio propio”.
El mensaje no tiene desperdicio. Ahora falta nombrar una especie de tribunales que examinen y seleccionen a los candidatos que se ajusten a ese perfil.
Dudo que Rouco, Martínez Camino, el obispo de Granada… y tantos otros superasen la prueba. Sería interesante conocer la vocación y las circunstancias que los llevaron al sacerdocio.