HASTA EL FINAL

En la homilía de una misa solemne en memoria de las víctimas del 11-M, la máxima autoridad de la Iglesia católica en España, Rouco Varela, ha dicho que “mataron inocentes por oscuros objetivos de poder”.
Se une así a la llamada teoría de la conspiración que alimenta la extrema derecha- la mayoría de ellos en el PP- sosteniendo que aún no se conocen las auténticas causas de aquella tragedia.
Rouco es un personaje torvo, bífido, intrigante, protagonista de un pulso continuado con el poder político despreciando la aconfesionalidad del Estado. Se va como llegó, emponzoñando el ambiente. El Papa Francisco respira tranquilo.

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