HECHO A MEDIDA

 

 

 

 

Las elecciones primarias ponen en juego elementos y valoraciones personales en los que el votante basa su decisión. El caso reciente de Pedro Sánchez acentuó ese factor. Apareció con la aureola de víctima convertida en héroe que vuelve para luchar contra la adversidad y gana la batalla.

Ahora hace y deshace a su antojo, sin filtros que atemperen; nombra portavoces obedientes y sumisas, pone el partido al servicio de sus objetivos personales y obsesivos.

En los medios es frecuente oír la expresión “el PSOE de Pedro Sánchez”. Nunca se dijo “el PSOE de Felipe González o de Rubalcaba”.

Sinceramente creo que eso no beneficia ni fortalece a una formación política con 138 años.

 

 

 

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