HOMBRFE FEMINISTA

 

En el largo proceso por lograr la igualdad general y efectiva hombre-mujer no se avanza al ritmo deseado, son muchos los indicadores de diferencias.

El origen del “contencioso” se remonta a la mismísima prehistoria, aumente en culturas como la judeo-cristiana y llega con su brutal (y asesina) carga machista hasta hoy. Puede ofrecer variantes históricas, pero hay una constante: la mujer es víctima y el hombre actor culpable.

Los movimientos femeninos no están siendo la solución, más bien se quedan en la superficie, a veces son histeroides, se enfrentan entre sí y se agotan.

Tal vez va siendo hora de invertir funciones y que sean los hombres quienes pasen a convertirse en “activistas” de la causa.

No hace falta ser muy rojos ni progres de libro, basta con personas racionales, demócratas, dispuestas a cambiar este nefasto signo de la Historia.

 

 

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