Es decepcionante que unos jueces de la Audiencia Nacional dejen en libertad a cuatro etarras antes de cumplir su condena.
Es insoportable ver en la calle al hijo de perra de Santi Potros que dedicó su vida a matar al mayor número posible de personas ( en Hipercor fueron 21, pudieron ser más).
Esta sentencia indigna a unos ciudadanos que hubieran preferido un destino diferente para estas fieras. También están en contra otros jueces, la Fiscalía y el Gobierno.
Creo que en estos casos hay que sustituir el aforismo jurídico “in dubio pro reo” por “in dubio contra reo”.
A estos jueces pseudoprogres hay que recordarles la queja orteguiana: “ No es esto, no es esto”. Ahora, el Tribunal Supremo tiene la palabra