Es sabido que con las cosas de comer no se juega o, lo que es lo mismo, con los temas serios no caben la frivolidad ni la aventura.
Asistimos a un inquietante proceso para formar gobierno con 123 diputados, a 53 de la mayoría absoluta. De cara a posibles pactos es poco aleccionador el comportamiento de nuestros líderes. Se echa de menos gente sensata, solvente, con más sentido de Estado.
Y en ese torbellino se agita el amo de Podemos, aquejado de un infantilismo creciente, mendigando ministerios para ceder sus 42 escaños. Muestra preferencia por lo que llama “nuevo y amplio Ministerio de Economía”. Como guinda pide la cabeza de Goirigolzarri; debe tener mejores personas e ideas para potenciar Bankia.
Será otra prueba de fuego para Sánchez que hasta ahora sale quemado de las que afronta.