Las diferencias entre el círculo aznarista y el aparato oficial del PP son cada día más evidentes e insalvables. ¿Por qué los primeros no se deciden a crear un nuevo partido?. Parece una solución más honesta que seguir dentro pero incordiando, con discursos alternativos y reproches. Tal vez saben que fuera hace frío y el vacío produce vértigo.
De todas formas, Rajoy es un político afortunado que se beneficia con el paso del tiempo, sin mover un dedo. Ahora, “soltando lastre”, ofrece la imagen (falsa) de un partido moderado, centrista.
Mientras, el PSOE se prepara para vivir un período agitado que nunca será bueno.
El 25 de Mayo aclarará muchas cosas.