La muerte de Adolfo Suárez invita a comparar a aquella generación política con la que vino después. Hemos pasado de Fraga a Aznar/de Carrillo a Cayo Lara/de Felipe González a Zapatero/de Roca a Mas/de Enrique Fuentes a Cristóbal Montoro/de Tierno a Botella y de Leguina a I. González.
¿Por qué el paso del tiempo ha supuesto un empeoramiento? Hoy tendría que ser más fácil porque los retos son menores (exceptuando la peligrosa estupidez del nacionalismo catalán).
¿Se volverá a recuperar a los mejores para la más noble tarea que se puede desarrollar en una sociedad?. No es eso lo que indican los signos.