Es la historia de un amor imposible, son dos fuerzas políticas que nunca se entenderían por más que algunos lo intenten desde unas actitudes tan mezquinas como inconfesables.
La socialdemocracia y el comunismo nunca han caminado de la mano a lo largo de la Historia por sus diferencias a la hora de desarrollar los conceptos de libertad e igualdad o la relación individuo-Estado.
En España tenemos un grupo nuevo de inspiración leninista que recoge indignados queriendo dar miedo y a un partido socialista cuyo secretario general intenta acercarse a ellos para sobrevivir en vez de conformar una oferta solvente para atraer a quienes se consideran de centro-izquierda, que son la mayoría de los españoles.
Y ya, medio en broma, una propuesta de permuta: Sánchez a Podemos y Errejón al PSOE.