<Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo pero no se puede engañar a todos todo el tiempo> No sé si Abraham Lincoln mantendría hoy la frase, teniendo en cuenta la trayectoria del Secretario general de Podemos y el respaldo popular que conserva.
Yo, como kamikaze, sigo conduciendo por dirección contraria y pensando que es un gran impostor, lleno de cinismo y carente de principios sólidos, capaz de contradecirse hasta el límite. Ensucia lo que toca o nombra y ahora lo hace con la palabra “Socialdemocracia”, de tan hermoso significado y recorrido histórico.
Si su burbuja de credibilidad y confianza se pincha, presumiré de haber sido uno de los primeros en diagnosticarlo; si no es así, reconoceré mi error perceptivo.
Siempre se han oído voces favorables a formar un partido “murcianista”, que existiera sólo en nuestra Comunidad.
Tradicionalmente hemos pintado poco ante Madrid, nuestros problemas se desatienden o se aplazan y, ahora, con un Parlamento tan fragmentado, uno o dos diputados pueden valer su peso en oro.
Parece que la idea se abre camino. Se llamará Unidos (por la Región) y tiene logo y sede.
Creo que es un error hacerlo girar en torno al expresidente Garre y descontentos del PP porque nacería sesgado. Este hombre es más serio que la mayoría de sus compañeros y no merecía lo que le hicieron pero habría sido mejor buscar un origen más plural y después ponerlo a él al frente.
Cuando algo que deseabas o defendías se acaba volviendo en tu contra, se suele utilizar una frase popular, contundente, para expresarlo: “¿No querías caldo? ¡Pues toma dos tazas!” Viene muy a propósito para algunos actores de este deplorable espectáculo que se vive en Cataluña.
Si creías poder apoyarte en estos activistas anti… todo lo establecido, si confías en ellos como aliados de gobierno, pues ¡toma dos CUP! Ahí los tienes, alentando la kale borroka en el barrio de Gracia y tumbando los presupuestos en el Parlamento para provocar una crisis política.
Curiosa gente antisistema que se esfuerza por integrarse en él y parasitarlo; cobran dinero público y ocupan propiedades privadas.
Ni en sus mejores sueños se habrían imaginado el poder que se les concede.
Formalmente ya ha empezado aunque llevamos seis meses de larguísima y decepcionante campaña electoral.
Ojalá sirva para que los candidatos nos expliquen cómo sostener un sistema sanitario, unas pensiones garantizadas y suficientes o una atención eficaz a las personas dependientes cuando la población activa mengua y la pasiva crece; cómo clarificar un sistema educativo cada día más confuso y alejado de la realidad. Todo ello con predisposición al pacto, al acuerdo de unos con otros. De ese modo nos animarían a votar el día 26.
Pero me temo que seguiremos viendo líderes incapaces, ensimismados, que hacen del veto y la crítica su bandera, que no poseen un discurso propio sino que atacan el ajeno, pendientes de las encuestas y el mensaje corto.
Ya es habitual la imagen de esos aviones no tripulados que tienen múltiples funciones y materializan aquella imagen de ciencia ficción según la cual hacia el año 2.000 ya no habría vehículos de cuatro ruedas circulando por las calles sino artefactos voladores.
Uno de los usos más frecuentes es el militar, sustituyendo a los soldados en tierra. Parece que el Pentágono hace suyo el lema: “Donde se ponga un buen dron que se quite un batallón”. El problema es que a veces los datos del objetivo son erróneos y bombardean a inocentes, mostrando lo peor de la guerra. Pero normalmente son usados con eficacia; que se lo digan a Al Mansur, el último jefe talibán abatido por uno de ellos.
Hace tiempo que algunos cantaban como grito de guerra (nunca mejor dicho) ¡A las barricadas! Ahora el cardenal Cañizares vuelve con una de sus estruendosas declaraciones pidiendo que nos rebelemos contra toda ley basada en la ideología de género, la <más insidiosa y destructora de la humanidad en toda la historia>, la legislación civil <es inicua y no hay que obedecer>. Y se queda tan tranquilo monseñor.
El caso es buscar siempre espacios de confrontación y no de concordia. Este hombre es un peligro para su propia causa y va contra corriente; seguro que no figura en la lista de favoritos del Papa.
¿Qué Iglesia ecuménica se puede edificar con esos exabruptos?
Hace 12 años J. Antonio pensó que aquel cachorro de pastor belga sería fuerte y tenaz y lo llamó Rocky.
Un día este hombre apareció en su finca muerto, con arañazos en el cuerpo. Todos pensaron que había sido atacado ferozmente por el perro y, claro, lo “condenaron” a muerte.
Ahora se ha sabido que el dueño murió por causas naturales y el perro intentaba mover su cuerpo, reanimarlo, como queriendo devolverle la vida.
Triste final el de ambos.
Ya ocurrió un episodio similar con el perro de aquella extravagante enfermera del Ébola: sin saber si estaba contagiado fue rápidamente sacrificado.
Los perros se están planteando si vale la pena seguir siendo el mejor amigo del hombre.
La olla a presión que es Cataluña, con especial mención de su activista alcaldesa y las gentes de la CUP.
El brote independentista –que antes no existía- en Valencia, comandado por una mujer fría, con las ideas claras que usa de mascarón de proa al presidente de la Comunidad.
El esperpento andaluz que va desde el gran Chichi y su novia hasta los vagos mangantes del Sindicato del campo.
Otegi dispuesto a incendiar el País Vasco y activar el predispuesto foco navarro.
Como guinda, en la capital de Reino, una alcaldesa estrafalaria (veremos si algo más) pastoreando a unos concejales antisistema que empiezan a plantear problemas de mucho calado en la ciudad.
Con estos mimbres será curioso ver qué cesto hacen los electores el 26-J.
Decía Cánovas, con cierta ironía, que “español es el que no puede ser otra cosa”. Parece un juicio muy severo pero lo cierto es que en España empiezan a ocurrir cosas que no se dan en otros lugares.
El fenómeno de los okupas es ya preocupante. Se consideran asistidos por normas universales e inmutables basadas en la naturaleza humana y no es verdad. Invadir propiedad privada es ilegal y el principal cometido de un Estado de derecho es defender la ley.
Están más fuertes que nunca porque sus colegas son concejales y alcaldes; lo suyo es lo progre y lo correcto; estudiar, trabajar, pagar alquiler o hipoteca es reaccionario.
Un país serio no puede consentir esto… ¿o llevaba razón Cánovas?
Verstringe, Anguita, Cañamero, Otegi, CUP, Colau, Oltra, Carmena, Podemos… ¿Hay algo positivo que los pueda unir? ¿Qué causa común pueden abrazar? Parece cada día más claro que el aglutinante de esta amalgama es negativo, se basa en el rechazo y odio que sienten, que, a su vez, proviene de sus frustraciones y fracasos.
Se han activado en el caldo de cultivo que supone una dilatada crisis económica con su estela de desigualdad, una corrupción generalizada y dos partidos clásicos que no han sabido reaccionar.
No es fácil entender que millones de personas los vean como políticos capaces de gestionar con eficacia la Administración; más bien los ven como el ariete con el que derribar sus particulares “Bastillas” y ajustar cuentas con el Sistema.
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.