Este enloquecido tumulto electoral crea un clima político asfixiante y afecta de modo diferente a sus protagonistas.
Un caso destacable me parece el de Albert Rivera. El líder de
CS se está quedando colgado de la brocha sin darse cuenta o sin querer reconocerlo. Ocupa el espacio más impreciso y no se decide por una estrategia de clarificación, de fijación de postura.
Soñó un imposible sorpasso al PP y ahora rehúye cualquier tipo de asociación. Con Pedro Sánchez la relación es impensable pese a saber que sólo complementado al PSOE se lograría la estabilidad de un gobierno de centro izquierda.
Le falta paz interior, experiencia y sabiduría. El elector de CS, tal vez más versátil que otros, no termina de ver claro el sentido de su voto y el 10-N puede pasar una seria factura.
Acabo de verla- una vez más- y me sigue pareciendo una obra maestra. Fue rodada en 1951 y forma parte de una filmografía histórica que hoy resulta impensable por su fastuosidad y despliegue de medios.
La película es todo un espectáculo lleno de personajes bien trazados y dignamente interpretados. Narra la historia de amor entre el legado Marco Vinicio y Ligia, teniendo como telón de fondo la aparición de los primeros mártires cristianos.
Para mí lo más destacable radica en la magnífica e histriónica interpretación que Peter Ustinov hace de Nerón y los diálogos de Petronio, “arbiter elegantiae”; especialmente la carta “post mortem” que le dedica al emperador.
No sé si una imagen vale más que mil palabras. La imagen pertenece a la película “Zona Gris”, que describe la situación en el campo de Auschwitz. En ella aparece una orquesta formada por prisioneros y al dulce ritmo de su música los condenados- hombres, mujeres y niños- descienden por la escalera que los conduce a la cámara de gas, donde morirán y serán incinerados. Belleza, tragedia, muerte…
Y ahora las palabras: ¿cómo pudo surgir esa barbarie en el país donde nacieron algunos de los filósofos, escritores, músicos, mejores del mundo? ¿Conoceremos alguna vez la condición humana en toda su extensión y profundidad? ¿Un perturbado fanatiza a una sociedad o una sociedad alterada selecciona al perturbado? No es fácil encontrar una explicación para ese fenómeno histórico.
Es desolador comprobar que individuos y pueblos sólo conviven en paz cuando están subyugados, sometidos a un poder arbitrario y absoluto.
Decía Hobbes que el hombre en “estado de naturaleza” se muestra egoísta, interesado y al chocar sus intereses con los de otros surge “la lucha de todos contra todos”. Como ese ambiente es insoportable hay que pasar al “estado de sociedad”, forzar el pacto social y mantener el grupo actuando con mano dura frente a ese “hombre que es un lobo para el hombre”.
Lo triste es que muchos ejemplos históricos parecen darle la razón. Basten tres muy significativos: la Yugoslavia dividida y enfrentada tras la muerte de Tito; la convulsa Libia tras la desaparición de Gadafi y el ensangrentado Irak tras el ahorcamiento de Saddam Hussein.
Por eso, valoremos y preservemos nuestra racional democracia.
Tenía un conocimiento superficial de este escritor/periodista y mi hija me ha regalado “A sangre y fuego”, varios relatos sobre la Guerra Civil escritos en los primeros meses de 1937, a dos años del final.
Tuvo una lúcida y amarga visión de lo que sucedía y, peor aún, de lo que sucedería después. Calificó como una peste al Comunismo y al Fascismo, se proclamó pacifista convencido y republicano liberal en un contexto que exigía extremismo, agresividad y simpleza.
Si ya es grave que, al decir de Machado, una de las dos Españas pueda helarte el corazón, peor es que lo hagan las dos, multiplicando el efecto y haciendo que te sientas perdido e impotente ante un proceso trágico que no puedes cambiar.
Enterrado en Londres nadie pedirá el traslado de sus restos.
Uno más de los muchos personajes maltratados por nuestra historia.
Quién nos iba a decir hace cuatro días que padeceríamos “estrés posvacacional” en Septiembre o que en el Colegio nos informarían de que nuestro hijo, el rabico de lagartija que parece tener azogue, padece un trastorno con déficit de atención por hiperactividad (TDA-H).
Para colmo, llegaron los anglicismos, la mayoría injustificados, con su carga de estúpido esnobismo.
La noticia que antes corría como la pólvora ahora se convierte en “trending topic”; no es igual tener un instructor o entrenador que un “coach”, hacer una colecta que realizar un “crowdfunding” o correr que practicar “running”.
Así de finísimos podemos llegar a ser en esta anómica y desnortada sociedad de nuestros amores.
Yo creo que todo empezó cuando hicimos el cambio fonético generacional que convirtió al hijo de “Kir Duglas” en “ Maikel Daglas”.
El pobre Sísifo delató una de las muchas aventuras del rijoso Zeus y fue castigado a cargar de por vida con una enorme piedra que subía y bajaba por la montaña.
Los españoles liquidamos el bipartidismo, complicamos la escena con nuevos actores y andamos pagando las consecuencias en forma de repeticiones electorales que no permiten formar un gobierno estable, un partido capaz de alcanzar o forjar mayoría suficiente. Todo hace pensar que vamos a las urnas el 10 de Noviembre y nada permite suponer que se logre el objetivo deseado; más bien parece que repetiremos escenario por bloques, aunque algunos partidos suban o bajen un poco.
Seguiremos cargando con la piedra porque no existe eso que luego llamamos “el electorado” como si fuese un sujeto individual que vota tras meditar el sentido de su elección.
El cambio climático trae consigo un incremento de la temperatura y el cambio social genera grandes dosis de agresividad. El fenómeno es palpable en medianas y grandes ciudades que han dejado de ser espacios de tranquilidad y convivencia para convertirse en lugares de enemistad y violencia manifestada en todas sus formas: asesinatos machistas, depredadores sexuales, enfrentamientos cuasi tribales, robos, asaltos, etc.
Hay que revisar esa concepción ilustrada del hombre bueno por naturaleza cuando vemos una sociedad rebosante de mierda y miseria humanas; los buenismos comprensivos de algunos alcaldes ya no tienen razón de ser. En este mundo globalizado, materialista y anómico el planteamiento ha de ser diferente. Quien no quiera verlo se engaña a sí mismo.
Se podría empezar por cumplir y hacer cumplir la ley. Por eso los cuerpos policiales están bien valorados y se demandan aumentos de plantilla.
Ha pasado de ser una de las ciudades más atractivas de Europa a ser la más degradada, sucia e insegura. Es paraíso de carteristas, manteros, okupas, drogadictos y atracadores. Algunos ciudadanos empiezan a organizarse en comités de autodefensa asumiendo un riesgo impropio.
Tras muchas peticiones y presión social su inefable alcaldesa Colau convoca reuniones y promete medidas. Pero no reacciona con claridad y contundencia porque no puede traicionar a los suyos. Hay que recordar que llegó a la alcaldía desde la calle (algún día volverá a ella) y ha sabido atrincherarse en el Ayuntamiento con la ayuda de algunos partidos que deberían avergonzarse.
Su respuesta más adecuada ha sido decretar una subida del 40% en su sueldo, que ya era el mayor de España. Y mucha gente sigue creyendo que es una mujer seria. ¿No es genial?
Iván Redondo es un personaje singular de reconocidos méritos como experto en demoscopia y asesor político. Puramente profesional, alquila sus servicios a diferentes partidos. Ya lo hizo con el PP y ahora trabaja para el PSOE, particularmente para Pedro Sánchez.
En este clima tan confuso que han creado nuestros líderes podría decirse que es él quien preside el Consejo de Ministros en funciones, quien marca las directrices y diseña la hoja de ruta.
Los resultados y las expectativas electorales avalan su actuación. Ha logrado vender la imagen de Sánchez como estadista que se sitúa por encima del bien y del mal, en interés exclusivo de España.
Mantiene enajenado a un gran partido político y embaucados a muchísimos españoles.
Sería mejor que predominaran los fondos sobre las formas, la valía política sobre el acierto de profesionales sin causa.
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.