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BANKIA

Nombre asociado con las malas prácticas bancarias que ha producido una “generalización del estímulo” contaminando a todo el sector.

Por eso conviene recordar que hubo un tiempo en que las Cajas de Ahorro presentaban balances saneados, competían con los bancos ganándoles cuota de mercado, no hacían inversiones que desentonaban con su cultura tradicional, no mostraban un incontrolado afán de crecimiento y no sólo no recibían ayudas públicas sino que devolvían a los ciudadanos parte de los beneficios a través de la Obra Benéfico- Social (OBS).

Jaime Terceiro fue un excelente presidente de Caja Madrid y Goirigolzarri lo es ahora de Bankia. En medio, un nefasto paréntesis. Las reclamaciones, a quien proceda.

INCOMPRENSIBLE

Es decepcionante que unos jueces de la Audiencia Nacional dejen en libertad a cuatro etarras antes de cumplir su condena.

Es insoportable ver en la calle al hijo de perra de Santi Potros que dedicó su vida a matar al mayor número posible de personas ( en Hipercor fueron 21, pudieron ser más).

Esta sentencia indigna a unos ciudadanos que hubieran preferido un destino diferente para estas fieras. También están en contra otros jueces, la Fiscalía y el Gobierno.

Creo que en estos casos hay que sustituir el aforismo jurídico “in dubio pro reo” por “in dubio contra reo”.

A estos jueces pseudoprogres hay que recordarles la queja orteguiana: “ No es esto, no es esto”. Ahora, el Tribunal Supremo tiene la palabra

UNA VEZ MÁS

Ni un día sin Podemos. Parece un imperativo nacional, un mantra colectivo. Estamos ante un fenómeno nuevo e inquietante y por eso mismo susceptible de análisis que, lógicamente, serán diferentes.
Hay una demanda creciente y sobradamente motivada de cambio, eso es obvio; lo discutible es que se perciba como protagonista y gestor de ese movimiento a Pablo Turrión. Parece inmaduro, cínicamente oportunista, arrogante; detractor del “sistema” pero elude impuestos y paga salarios de miseria con dinero negro.
En su entorno, uno es becario privilegiado y fraudulento; el otro, siempre agresivo, con el ceño fruncido por el odio.
Son casta endogámica, aparecen hasta en la sopa y cada vez serán más los españoles que imiten a Mafalda.