Encuentran trabajo, paren abundantemente en nuestro hospitales, los educamos en nuestros colegios y les enseñamos el Corán en nuestras aulas pero a algunos de ellos no les debe parecer suficiente porque nos consideran sus enemigos y nos matan. Lo hacen en estaciones, discotecas, estadios o en la calle. Y lo seguirán haciendo cuando quieran, estamos a su merced.
¿Cómo es posible que el Estado Islámico esté asentado en amplias zonas geográficas, obtenga un petróleo que vende para financiarse y comprar armas? Enfrente no vemos un bloque monolítico y poderosísimo que luche por acabar con ellos en defensa de nuestra civilización y de los Derechos Humanos; al contrario, discutimos y nos mostramos progresistas y exquisitos mientras que ellos perseveran en su tarea: matarnos.
Progresistas, exquisitos y ¡censores! con todo aquel que no sea del todo políticamente correcto. No sé dónde he leído o escuchado recientemente que esa es la nueva Inquisición, la de lo políticamente correcto.
Claro que tiene mucho de inquisitorial.Mucha gente teme expresar opiniones que se distancien de lo comúnmente admitido(son personalidades aquiescentes) y lo peor es que termina generándose una especie de autocensura,se mutila el pensamiento libre.
Por eso hay que estar con Kant y atreverse a pensar y a conocer.