Con cinco partidos nacionales y la consiguiente fragmentación parlamentaria hay un tema que aflora en los procesos electorales con toda su carga negativa: el nacionalismo con ínfulas separatistas.
Mientras que catalanes y vascos coloquen a 32 diputados en el Congreso las posibilidades de un panorama político tranquilo disminuyen hasta casi desaparecer. Viendo la finalidad que estos independentistas persiguen hay que preguntarse si todo esto tiene sentido, si debe continuar así o se debe cambiar la ley electoral para que en el Hemiciclo estén quienes defienden intereses generales y pertenecen a partidos con implantación nacional.
Los secesionistas juegan a un victimismo impostado y sirven para sembrar cizaña entre españoles y degradar a los partidos que acuden a ellos para mercadear apoyo.
Su ámbito propio son los Parlamentos regionales y el Senado.
Lo que no parece lógico es que una minoría independentista pueda cerrar o abrir la gobernabilidad de esta nación.
Eso da lugar a que se agiten los ánimos y surjan experimentos políticos . Pero ¿quien le pone el cascabel al gato y modifica la ley electoral ? No se ve en el horizonte ningún político con agallas, ni siquiera para plantearlo . Antes veremos una España federalista o como se dice ahora una nación de naciones
Eso es lo lamentable,que nadie se ha atrevido cuando era más fácil y mucho menos lo van a hecer ahora que casi dependen de ellos.
No parece exagerado afirmar que carecemos de políticos con visión a largo plazo y sentido de Estado,capaces de mirar más allá de los intereses puramente partidistas.