En Nigeria un grupo terrorista islámico ha secuestrado a 200 niñas escolares para convertirlas en esclavas sexuales (una ha declarado que puede sufrir quince violaciones diarias) bajo amenaza de tortura o muerte.
Para más inri, el nombre del grupo-Boko Haram- significa: la educación no islámica es pecado. En estos casos sí deberían existir tribunales internacionales y, declarada la sentencia, fuerzas especiales de intervención; pero no con casco azul pacificador sino para actuar de modo eficaz y quitar de la circulación ( no en sentido metafórico) a esos individuos en nombre de los Derechos Humanos o, simplemente, de los dictados de la razón en un mundo un poco más normalizado.