TUMBAS DE HIELO

 

El coronavirus se ceba especialmente con la ciudad de Madrid (parece que no es sólo por tratarse de la más poblada) y es tal el número de muertos que los tanatorios han quedado bloqueados. Se ha decidido conservar los cadáveres, hasta su posterior inhumación o incineración, en el Palacio de Hielo; que sea el frío su mortaja. Parece humor negro pero no lo es; lo que era un lugar de ocio y diversión se transforma en uno de luto y sufrimiento.

Otra triste consecuencia es la saturación hospitalaria y la cantidad de sanitarios contagiados, que porcentualmente es superior a la de China o Italia. Se debe a la escasez de material adecuado y aumenta la presión insoportable que ya padecen estos profesionales. Aquí sí ha faltado una actuación más diligente y eficaz del Gobierno.

Colapsados los espacios de vida y de muerte, el virus no cede, sigue expandiéndose.

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *