El presidente iraní visita Roma y en los Museos Capitolinos se cubren las estatuas desnudas como concesión a su cultura. ¿Cómo se sentiría la pobre diosa Venus? Si visita un museo de pintura habría que dar la vuelta a los cuadros que contengan desnudos femeninos.
Pueden resultar adecuados gestos de multiculturalismo pero hay que preguntarse si existe reciprocidad y no parece que en el mundo islámico se hagan concesiones a costumbres y códigos ajenos. Islam y arte no son conceptos muy compatibles (los talibanes se dieron a conocer con la voladura de los budas de Afganistán).
En Francia Rohaní quiso suprimir el vino en una cena y Hollande se negó.
Queda para el manual de lo políticamente correcto calificar las posturas como progre y conservadora.
Leí hace unos días una entrevista realizada a Carmen Iglesias, directora de la Real Academia de la Historia, en la que decía a raíz de los ataques a mujeres en Colonia, que la libertad de la mujer está siendo amenazada por una cierta interpretación del Islam y por lo políticamente correcto, ya que costó mucho que los ataques salieran a la luz por ser los atacantes bandas de inmigrantes, para no ofenderlos.
Pues este esperpento que han llevado a cabo las autoridades de Roma ante la visita del iraní me suena a lo mismo; a haber perdido el norte, a equivocar los términos, a confundir las prioridades, a caer en el absurdo y a perder la identidad.
¿No serán estos romanos de la escuela de los podemitas? Estos que son capaces de inventar un Padre Nuestro soez y ridículo pero respetan muchísimo otras religiones y que no han entendido el significado de la libertad de expresión…
Sí que se pueden hacer concesiones improcedentes con el pretexto del respeto a otra cultura cuando estás despreciando o violentando principios de la tuya y, sobre todo, cuando en el otro lado no se observa el más mínimo gesto de reciprocidad(en el caso de la mujer,todo lo contrario).