El candidato conservador francés pagaba con dinero público a su mujer y a sus hijos por trabajos más que dudosos y ha recibido como regalo muchos trajes. Su prestigio ha caído estrepitosamente, no tiene nada que hacer pero resiste, tal vez porque a nadie le gusta reconocer sus culpas.
Es un enorme irresponsable que no valora el momento y la situación a los que se enfrenta, cruciales para Francia y el resto de Europa.
Su retirada podría concitar una oleada de voto útil, de la derecha, el centro y parte de un socialismo en horas muy bajas; podría conducir al centrista Macron hasta el Elíseo sin necesidad de segunda vuelta. Frenaría en seco a esa engreída ultra que supone un peligro para el difícil equilibrio europeo.
Se está mostrando como un estratega florentino. Recorre astutamente el laberinto catalán abriéndose camino entre los huecos de PSC y PdeCat, soporta a la chusma de las CUP a quienes desprecia pero considera un mal inevitable. No está salpicado por la corrupción, no tiene rivales en ERC, deja que se quemen los demás y aparece como interlocutor con el gobierno central ahora que Rajoy ha cambiado de criterio y dialoga; ahí está la foto amable y simpática con la vicepresidenta y el rey.
Su dieta no es de adelgazamiento sino de engorde, se va a comer todo lo que pueda y, tras la imposibilidad del pregonado referéndum, quedará como partido mayoritario en disposición de formar gobierno.
Después… ya se verá… hasta dónde han llegado las conversaciones con el PP.
Ha tenido que ser Bruselas quien venga a corregir el triunfalismo con el que se pronuncian nuestros gobernantes. Se ha presentado un informe en el que hablan de una precariedad preocupante que deja desprotegidos a los trabajadores, tan mala calidad de empleo que se habla ya del “trabajador pobre”; aumenta la desigualdad en el reparto de la riqueza; hay un exceso de cualificación empleados jóvenes con lo que supone de pérdida de talento y despilfarro de recursos empleados en su formación.
En resumen, que dejen de exhibir los aspectos cuantitativos del crecimiento económico y se ocupen de los cualitativos como una mayor estabilidad y una recuperación de poder adquisitivo o suavizar la reforma laboral.
Si salimos de la crisis que lo noten los más desfavorecidos.
El problema catalán es una auténtica bomba de relojería activada en España. La tensión separatista aumentó considerablemente cuando se incorporó la antigua Convergencia en una huida hacia adelante para encubrir la corrupción que la asfixiaba.
En el proceso participan algunos personajes clave que se reparten los papeles. Yo creo que uno de los más peligrosos es Carme Forcadell, la presidenta del Parlamento que cobró protagonismo cuando agitaba la calle y creaba caldo de cultivo desde la ANC. Ahora reta y provoca continuamente al gobierno central y al Tribunal Constitucional.
Colecciona querellas de la Fiscalía y declaraciones judiciales pero sigue tomándonos el pelo y con su labor destructora, encantada de figurar como mártir de la causa.
¿Cuánto más ha de esperar el estado de derecho para responder de un
El comportamiento del presidente norteamericano da lugar a que algunos medios tengan programada ya la “hora Trump”. Avanza incontenible, confirmado las primeras impresiones que suscitó.
Es innecesario hacer un inventario de sus barbaridades; insulta a los periodistas, ataca a sus cuerpos policiales y de defensa.
Un grupo de psicólogos y psiquiatras ha pedido un informe sobre su capacidad intelectual y su estabilidad emocional (las dos están bajo mínimos).
Pronto acabarán por arrepentirse de haberlo votado desde el campesino hasta el empresario que espera ventajas pasando por el obrero industrial.
Quedará para la historia como un mal recuerdo y un buen ejemplo de que el voto debe ser siempre más reflexivo.
El mundo no puede seguir pendiente de las excentricidades de este infame personaje.
Teniendo en cuenta el calendario socialista para celebrar primarias y congreso es posible que los dos candidatos se hayan adelantado, generando tensiones más allá de lo necesario.
Pero la actitud de Susana Díaz tampoco parece muy acertada, su indefinición empieza a ser preocupante y rechazable.
No es una decisión fácil. Sabe que no las tiene todas consigo porque el insensato exsecretario ha logrado que la militancia la identifique con “las derechas” y se muestre reticente con ella. Además, sus escenarios son complicados: compatibilizar la secretaría con la presidencia de Andalucía, encabezar una candidatura en las próximas generales para perder, pasarse la semana en el AVE.
Finalmente se presentará, será la mejor opción de un PSOE cabal y solvente, quien más puede garantizar la continuidad del partido.
que son adoptados por personas que están en sus cabales.
Los independentistas catalanes declaran ante los jueces que no sabían que la farsa del 9-N era ilegal y que son falsas las acusaciones de la corrupción envolvente y asfixiante en la que vivían.
La líder de la extrema derecha francesa niega una demostrada apropiación indebida de fondos del Parlamento europeo.
Todos ellos establecen una identificación entre su persona y “su” patria para argumentar que quienes los critican o juzgan están atacando a Cataluña o a Francia. Así hacen su juego. Pero lo que entra en la patología psicosocial es que sus partidarios no desenmascaren a estos farsantes y los sigan apoyando.
¿Hasta tal punto pueden los sentimientos obnubilar la razón?
Se produce cierto alivio al conocer por fin el destino de la Infanta y del imbécil de su marido. Ha sido una sentencia impecable, sin controversia jurídica, cuya única descalificación proviene de un partido político que casualmente es el mismo con el que se identifica el juez instructor Castro.
Lo de este hombre ha sido un papelón por la duración del proceso, por las continuas filtraciones y, sobre todo, porque más de la mitad de los acusados han sido declarados libres de toda culpa.
El concienzudo trabajo de las magistradas lo ha puesto en su sitio; menos mal que se jubila pronto.
Asistimos al final de los macrojuicios por corrupción que han saturado retinas y martilleado oídos.
Pedro Sánchez ha presentado el programa con el que concurre a las primarias de Mayo. Contiene cambios sustanciales con respecto a la práctica socialista tradicional. Abundan los tòpicos del tipo: “el liberalismo es la causa de todos los males”; pretende una renta básica universal que es inviable económicamente; habla de una España plurinacional- ¿con cuántas naciones?- en vez de federal; tiende la mano a independentistas y antisistema, etc.
Pone la alfombra roja a Podemos que la cruzará para invadir al PSOE y fagocitarlo, quedando Pablo Turrión como líder indiscutido de la izquierda.
Ya no repara en medios, se dirige enloquecido hacia la destrucción del partido al que tanto dice querer y que no se merece estar habitado por gentes con este grado de ofuscación y ceguera.
serio como para permitirse bromas pero también tiene su parte jocosa como es el caso de este consejero. Él se considera ministro de Asuntos Exteriores y gasta mucho dinero público abriendo “embajadas” en varios países donde es recibido por porteros y conserjes. Hace tiempo declaró que cuando veía un F-18 sobrevolando Barcelona sentía la amenaza de un posible bombardeo.
Ahora se ha descolgado afirmando que “los catalanes entendemos bien a emigrantes y refugiados porque nosotros también lo somos.Y ahí sigue, haciendo el ridículo.
Lo cierto es que hay más tontos que nunca ocupando espacios públicos porque la sociedad calla y asiente. Este, desde luego, no tiene un pelo de inteligente.
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.