Novísimo concepto que se mueve entre la informática y la biología. Popularizado por Noah Harari en su “Homo Deus”, donde afirma que el universo consiste en flujos de datos, que algoritmos electrónicos descifrarán y superarán los modelos bioquímicos; lo presenta como el mayor reto del siglo XXI y el proyecto político-económico más urgente que terminará siendo una nueva cosmovisión sustitutiva del Antropocentrismo que, a su vez, había superado al Teocentrismo. “Algoritmos no conscientes pero inteligentísimos podrán conocernos mejor que nosotros mismos”.
Expresiones como “mente” o “conciencia” carecen de sentido en ese marco conceptual.
Ya vamos viendo algunas consecuencias. Por ejemplo algoritmos toman decisiones en las bolsas generando una volatilidad sin fundamento, como ocurrió recientemente en Wall Street y se extendió por todo el mundo.
Cuando dejas de ser o hacer algo que deseabas tiene lugar un proceso de adaptación, de retorno a la fase previa. Y, si nunca es fácil, en algunos casos resulta especialmente difícil.
Ahí tenemos bastantes exmaridos que agreden o asesinan a sus exmujeres aplicándose aquello de “si no eres mía, no eres de nadie”.
Otro ejemplo es el de los expresidentes y cada uno lo lleva como puede.
Aznar incordiando en su propio partido y rezumando rencor desde su profundo complejo.
González reprimiéndose hasta donde es posible para no decir con claridad lo que piensa del actual líder socialista.
Zapatero no encuentra su espacio y media apoyando causas y gobernantes impresentables como Maduro o Morales; hace el ridículo dentro y fuera.
La corrompida derecha nacionalista se radicaliza para ocultar su corrupción. Empieza la provocación al Estado. La CUP decide sustituir a un presidente desgastado por otro más fanático y tonto que pronto hace un gobierno a su medida. Sigue la provocación. Movilizan todos sus efectivos a través de ANC y Omnium, previamente financiadas, llenan las calles y agitan sentimientos. Hablan de independencia, incumplen toda ley, engañan
a la policía. La provocación alcanza el máximo nivel.
Las instituciones estatales empiezan a responder provocando miedo y división; unos van a la cárcel, otros huyen.
El 23 de Marzo hay un pronunciamiento contundente del Tribunal Supremo que pone fin a esta fase procesal.
Bienaventurado sea el juez Llarena porque él hace que prevalezca el Estado de derecho sobre la aventura nacionalista.
Cristina Cifuentes está siempre en el ojo del huracán. Además de ser el enemigo al que todos quieren vencer en Mayo de 2019 (especialmente Podemos, que sueña con repetir el pacto del Ayuntamiento en la Comunidad), su carácter y actitud alimentan la polémica.
Expone argumentos con firmeza e intensidad expresiva y consigue convencer. Pero… el PP de Madrid estaba inundado de corrupción y nadie sabía ni presentía nada. Y, sobre todo, si no muestra su trabajo y los documentos que ha presentado para acreditar su máster son falsos, ella debería dimitir y la Universidad Rey Juan Carlos ser clausurada por acumulación de irregularidades.
Lo cierto es que pude parecer verosímil. Aunque para la “portavoza” seguro que es “inverosímila”.
Supongo que el único pensamiento o sentimiento común que provoca en nosotros la tragicomedia catalana es que todos queremos librarnos de ella; al menos de esta fase aguda que llevamos padeciendo los últimos años.
Se ha hablado mucho de los personajes intervinientes: los iluminados, los vividores o los ladrones que la iniciaron. Pero se echa en falta a quienes alimentan y sostienen la farsa: los cientos de miles de catalanes que secundan sus movimientos, acuden a convocatorias y se dejan tomar el pelo porque prefieren vivir en el engaño ilusorio.
Si estas gentes cobraran conciencia del papel que les han asignado y se rebelaran contra quienes los manipulan, el tinglado se desmoronaba y todos viviríamos más tranquilos, sobre todo ellos.
para ser la primera potencia mundial. Pronto lo será en economía pero no se conforma con eso y avanza imparable en otros frentes.
Su PIB crece un 6%, aumenta su presupuesto militar para el que ya es el ejército más poderoso del mundo, fomenta la investigación y el desarrollo, defiende un comercio internacional abierto porque su balanza es intensa en ambos sentidos, va disminuyendo las desigualdades periferia-centro, urbano-rural y aumentando la cohesión social.
Combina el control político con la eficacia económica (Deng Xiaoping: “un país, dos sistemas”) y se despliega sigilosa pero firme por África y Latinoamérica. Han encontrado en Xi Jinping un gran presidente.
Mientras, Trump sigue haciendo el imbécil con su trasnochado proteccionismo que tendrá consecuencias globales.
Empieza a ser lamentable referirse al itinerario que sigue el PSOE de Pedro Sánchez desde que volvió a la secretaría general.
No hay peor camino que el que va de algún sitio a ninguna parte. El partido viene de ocupar un gran espacio y desempeñar una función más que digna al frente del gobierno de España pero se viene vaciando y degradando sin que se vea propósito de enmienda.
El abandono del pacto educativo y el vergonzoso debate sobre la prisión permanente (que el PSOE podía haber ganado),en ambos casos de la mano de Podemos, son las últimas muestras.
La mejor salida para Sánchez es asumir su incapacidad y dimitir. Hasta que no vuelva a haber una persona seria al frente no habrá recuperación posible.
Vladimir Putin tal vez no conozca la ética epicúrea pero encarna bien la idea de que quien mantiene la paz interior, el equilibrio, logra la ataraxia (imperturbabilidad).
Está firmemente decidido a cambiar la Historia de Rusia tras la caída de la URSS. Actúa en paralelo con el impresentable Trump queriendo volver a la grandeza (USA great again) y anteponiendo su nación sobre todas las cosas (América first). Putin es menos fanfarrón y no usa twitter. Erosiona Europa con su espionaje y sus ciberataques, debilita al potencial enemigo (cuando lo deseable sería tender puentes y fortalecerse mutuamente), eliminando lo que le estorba.
El pasado Domingo los electores le dijeron que lo perciben como el único capaz de devolverlos a la santa y grande madre Rusia.
Se suelen poner ejemplos o hacer chistes ocurrentes para diferenciar los significados de “posible” y “probable”. En sentido estricto, en Lógica, sólo es imposible lo que es contradictorio.
La distinción puede establecerse en muchos ámbitos.
Es improbable que los partidos se pongan de acuerdo y elaboren un plan hidrológico que interconecte las cuencas y lleve el agua donde es necesaria.
Es poco probable que el PP acabe admitiendo que se financiaba a base de corrupción pura y dura.
Es imposible que uno llegue a ser lector de su propia esquela.
Y también lo es que los secesionistas catalanes entiendan que no harían nada en su soñada república que no puedan hacer ahora en su Comunidad autónoma (otra cosa es que deseen privilegios insolidarios).
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.