Me refiero al padre, a D. Jordi, no a esa caterva de hijos ladrones que crió y educó con la inestimable ayuda de la hembra alfa del clan.
Es el mayor responsable de esta tragicomedia catalana que padecemos hace ya demasiado tiempo. Como buen gradualista sabía que era un proceso y se trataba de cubrir etapas de modo ordenado y acumulativo. Iba chantajeando a los gobiernos centrales, obteniendo sus demandas y sentando las bases esenciales: idioma, escuela, medios, cuerpos de seguridad, etc.
Y mientras robaba sin cesar, robaban él y los suyos, sin tasa ni control. Hoy es conocido, pero nadie entra a fondo en el tema y sus delitos prescriben.
Debe ser mucho lo que sabe y usa como amenaza porque es imposible entender este largo silencio judicial, administrativo, político; máxime cuando han ocupado el poder partidos diferentes.
El catalanismo fanatizado tiene como gran seña de identidad la lengua, el idioma catalán. Curiosamente, cuando construyen sus pancartas o imprimen carteles con los que dar publicidad a su causa utilizan el inglés (Spain, sit and talk– Freedom forCatalonia, etc).
Quieren internacionalizar la demanda y saben que su lengua de nada sirve en Europa o EEUU, tampoco pueden usar el odiado español, segunda lengua del mundo a la que tanto marginan y evitan en su podrido sistema educativo.
Si algún día se vieran de verdad independientes, liberados del yugo opresor que tanto critican, tendrían que ser “anglodependientes” porque de cara al resto del mundo su lengua es un grano de arena y no parece el mejor vehículo de comunicación. Como carecen de sentido del ridículo, lo asumirían sin mayores problemas. Lo importante es lucir la estelada.
En el libro de Rajoy “Una España mejor” lo primero que se nota es que lo ha escrito él, como diría Alfonso Guerra.
Gira en torno a los cuatro grandes temas que le tocó lidiar: reducción del déficit, reestructuración del sistema financiero, reforma laboral y evitación del rescate soberano (otra cosa fue el costoso rescate del sector bancario).
A estas batallas dedicó su primera legislatura y lo cierto es que en los cuatro frentes obtuvo resultados positivos. Tal vez lo más cuestionable sea la reforma laboral, aunque sirvió para rebajar las enormes cifras del paro. Por eso ve justificado el título elegido.
Yo creo que refleja la imagen de un señor serio, honesto, responsable y consciente de la dificultad.
Paradójicamente, la corrupción de su partido lo barrió.
Cualquier progre que se precie lo criticará, pero al menos debería leer el libro para hacerlo con conocimiento de causa.
El 25 de Diciembre estaba sentada presidiendo la mesa en el restaurante donde solemos celebrar la comida de Navidad; ejercía como una auténtica matriarca aunque con algunas facultades mermadas por la edad y como tal era reconocida.
Tres semanas después, sedada en la habitación 916 de la segunda planta de un hospital, sin ningún tipo de sufrimiento, llorada presencial o telefónicamente por todos los suyos.
Era la madre de la mujer con la que estoy casado desde hace 47 años. Tenía 93 años, 4 hijos, 9 nietos y 14 bisnietos, que no es mala siembra, mal legado. Y, aunque esté feo decirlo públicamente, se trata de muy buena gente.
El grado de emotividad que he visto, especialmente en sus nietas, es algo que no se puede olvidar.
Sería bueno que el rojo de la Navata nos explicara a los españoles cuales han ido los criterios para nombrar a Garzón como uno de los cuatro ministros de su minigobierno, a fin de cuentas lo vamos a pagar nosotros.
Se va a ocupar de las casas de apuestas y poco más, temas que podían ser gestionados desde una Dirección general. Es muy progre, se jacta de ser comunista convencido y lo hace en un país occidental rico a 30 años de la caída del Muro de Berlín.
No batalló desde el histórico P.C.E. integrado en IU sino que vendió la siglas a Podemos a cambio de escaño seguro y ahora de ministerio. Hace méritos actuando como un auténtico revolucionario, llamando al rey “ciudadano Borbón” cual compañero del compasivo Robespierre en el XVIII.
La formación del nuevo gobierno no tiene precedentes en nuestra historia reciente. Eso sólo ya lo convierte en un fenómeno singular donde todo será mirado con lupa.
Además, las circunstancias que lo han hecho posible y las fuerzas que lo integran le añaden singularidad al caso.
Lo fácil es pronosticar relaciones tensas, contradicciones y una legislatura corta. Pero con ese juicio ya cuentan los implicados y es seguro que se esforzarán por evitarlo. Saben que no pueden hacer la política económica que requerirían sus objetivos, que van a ser vapuleados por la oposición, que son observados por la UE como caso experimental (aunque en Europa sea moneda común).
Tendrán que hilar fino y elevar al máximo su capacidad de negociación. Es un reto apasionante que pone a prueba a los partidos. Pero conociendo a los protagonistas no existen muchas razones para el optimismo.
Si comparamos nuestro espacio político con el de etapas anteriores, lógicamente, se aprecian diferencias.
Las tensiones nacionalistas no son nuevas. Pero se manifiestan como nunca en Cataluña y el PNV finge radicalizarse en el País Vasco porque ETA ha tenido que dejar las pistolas y busca votos.
El gran hecho diferencial es la presencia de Podemos en un gobierno de coalición. El PCE o IU (que eran formaciones más serias) nunca accedieron al Ejecutivo. Estos comunistas de nuevo cuño, con tanto cinismo y tanta contradicción a cuestas tendrán que esforzarse por defender medidas que los diferencien del PSOE. Y ahí está el peligro. Lo mejor que cabe desearles es que acaben integrándose en la casta (apesebrados, que dirían ellos) y pagando sus caras hipotecas.
Hace más falta que nunca un presidente de gobierno capaz de arbitrar, moderar, impulsar o frenar. ¿Lo será Pedro Sánchez?
Pedro Sánchez encarna una nueva versión del “do ut des” romano, él da y todos los demás piden a cambio de su voto.
Los canarios con dinero se sienten menos aislados. Teruel existe, luego pide. PNV no es sólo mercenario, quiere grandes concesiones políticas, siempre peligrosas. ERC dice que ha doblegado al presidente y quiere amnistía para sus presos, un referéndum que ratifique el nuevo estatuto, etc. Bildu defiende a los suyos y desea una política carcelaria más laxa para los etarras. El inquieto cántabro tendrá que pagar por el apoyo que recibe en su feudo.
Los mayores beneficiarios son los de Podemos, culminan su sueño de formar parte de un ejecutivo, nombrarán muchos asesores y administran dinero público sin reparar en el incómodo déficit .
Y ante este panorama ¿qué hacer? ¿culpas a cada uno de ellos o al que les da todo lo que piden?
Un año singular que sin duda ocupará una página destacada en nuestra historia con dos elecciones generales y un larguísimo gobierno en funciones desarrollando conductas impropias del partido que lo sustenta. Ha producido acontecimientos curiosos y difíciles de imaginar en un contexto de normalidad.
Hemos visto como un encarcelado por graves delitos condicionaba la formación y orientación del gobierno mientras que su orondo cachorro, nutrido en restaurantes de la capital del reino, se jactaba de tener abatido y humillado al presidente.
Dos magistrados degradados al formar parte del ejecutivo de Sánchez están haciendo un papelón: el uno en Interior y la otra en Defensa/ Exteriores.
Unos jefes de Podemos camaleónicos que se mostraban agresivos e insultantes hasta que huelen el poder y templan notablemente su discurso.
Durante el año pasado se gestó el embarazo, ahora asistimos al parto.
Sigue la política mostrándonos su cara menos atractiva, la que no contribuye a despertar vocaciones en personas que no dependan de ella. Ahora toca la investidura de quien todo lo enreda, de Pedro Sánchez.
Más allá de la filias y fobias de cada uno, estaremos de acuerdo en que hemos asistido a un espectáculo poco edificante, crispaciones innecesarias y enfrentamientos que trascienden el típico debate derecha-izquierda.
Desde la oposición se descalifica al candidato y se describe con dureza su comportamiento con los partidos que lo apoyan; los socialistas arremeten con rabia, simplificando y anulando a la derecha.
Siendo preocupante que estas actitudes radicalizadas se den entre profesionales de la política, lo más grave es que se han trasladado a la sociedad logrando que los españoles vivamos más crispados de lo que sería propio de las simples diferencias ideológicas.
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.