Puede parecer una expresión exagerada porque se aplica a los países carentes de estructuras sociales, de instituciones. Pero aquí y ahora, representantes de los tres poderes del Estado de derecho se doblegan ante vándalos organizados, guerrilleros urbanos, se pliegan a sus exigencias y negocian con ellos como si fueran una fuerza política más.
Ya ratificaba Max Weber que el Estado posee el monopolio de la violencia (cuerpos de seguridad) y es perfectamente legítimo; nadie debe alarmarse si actúan en defensa de las normas democráticamente aprobadas.
Vivimos confundidos y algunos lo tienen cada día más claro. Generalizan el Gamonal y ahora, además, ya tienen a quien votar.
No me refiero sólo al tema de Can Vies,aunque es un buen ejemplo de claudicación ante sectores antisistema.Otra cosa es que existan en un barrio centros sociales,culturales,etc y que escapen de lo que llamas usura inmobiliaria.No sé si profesionales de la guerrilla urbana-incluso vienen algunos de fuera de España -merecen un relato épico.
Creo que tampoco algunos jueces responden con la firmeza que corresponde en un Estado de derecho.
Lo cierto es que estamos ante un fenómeno creciente que no parece que vaya a mejorar la sociedad en la que se produce.
Gracias por el comentario.
Supongo que tratas el tema de Can Vies. Me gusta el tema de reconstruir colaborativamente después de la destrucción del local social y de la usura de la burbuja inmobiliaria, por un tema social. Muy simbólico. #EfecteCanVies