AHORA O NUNCA

 

Se puede concluir que una pandemia es, en último término, consecuencia de nuestro modo de vida.

El Covid-19 con su cosecha de sufrimiento y muerte podría marcar perfectamente un punto de inflexión para que nos replanteásemos muchos de nuestros hábitos y tendencias. Porque, además, la gran amenaza latente es el cambio climático y sus consecuencias.

Moderar consumos, disminuir movimientos poblacionales, potenciar energías renovables, etc. sería suficiente para cambiar el modo de producir y distribuir los recursos buscando la recuperación de un equilibrio perdido y cada vez más alterado.

Las señales son claras y abundantes, nunca podremos alegar ignorancia, tenerlas en cuenta o no es decisión nuestra. La reflexión es obligatoria y debemos hacerla como especie conocedora de lo fueron la cosmogénesis y la biogénesis, consciente de su función en el planeta, de su fortaleza y de su debilidad.

 

 

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