He conocido a otros presidentes de esa institución pero no al actual, José Mª Albarracín. El código ético que ha presentado a su comisión ejecutiva suena muy bien y merece ser destacado.
Limita los mandatos a 8 años, obliga a dimitir al presidente de la patronal si su empresa fracasa entrando en concurso de acreedores y afirma literalmente: “el que entra debe estar limpio y cuando salga se irá igual que entró”.
¿No sería deseable trasladar una normativa así al ámbito político?. Los partidos son imprescindibles en democracia pero hay que renovarlos en muchos sentidos y no estaría mal empezar de ese modo.
El 25 de Mayo ha sido un buen toque de atención.