DIOS PROPONE…

 

Y el hombre dispone. La Iglesia católica acaba de pronunciarse sobre dos temas que empiezan a arraigarse como costumbre entre nosotros. Por un lado, condena que se conserven en casa o se esparzan al aire libre las cenizas de los difuntos, argumentando que deben permanecer en lugar sagrado: cementerios o iglesias.

Por otro, pide el final de la celebración de Halloween y que se vuelva a la tradicional noche de difuntos, que los niños se disfracen de ángeles o vírgenes.

Me temo que no van a prosperar. Seguiremos disponiendo de las cenizas funerarias como nos parezca y llegan tarde a combatir la estúpida colonización cultural que padecemos con brujas, calabazas y zombies omnipresentes en películas o series y objeto de un pujante comercio.

 

 

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